Desde ese momento empezamos a poner manos a la obra comprometiéndonos a llevar a cabo la creación de nuestra heladería. ¡Una nueva vida estaba a punto de comenzar! Por supuesto, eso conllevaba muchas incógnitas, muchas cosas nuevas que aprender, un desafío tras otro, pero con positividad y voluntad conseguimos superar cada obstáculo que se nos iba presentando.
Nuestro éxito radica precisamente en nuestra unión, en la armonía de dos personalidades completamente diferentes pero que, trabajando juntas, han forjado el símbolo del corazón que se puede ver en nuestro logo. Por un lado está Patrizia, que representa la creatividad, la imaginación, el cambio, la generosidad y la pasión, y, por otro lado, está Alessandro, con su conocido sentido del deber, precisión, seguridad, constancia y, por lo tanto, capacidad de cumplir sus compromisos.
Estas dos mitades se han perfectamente fundido y, juntas, han creado Corazón Helado, nuestra preciosa heladería, creada a nuestra imagen y semejanza, que nos representa y en la que nos identificamos, en la armonía de sus colores, en los detalles, en la elección de materiales naturales y en la limpieza que es la garantía de que cuidamos de ella.